Los minoristas han dedicado décadas a aprender cómo optimizar la experiencia en la tienda. Ahora tienen que mejorar la experiencia en casa. Los servicios de entrega a domicilio y de entrega en el día están obligando a los minoristas a rediseñar sus procesos.

La pregunta es si están buscando en el lugar adecuado para garantizar la rentabilidad de este nuevo método de compra. Deben entender qué es lo que está comprando el cliente porque las opciones de compra ya no se limitan al precio y al producto, también incluyen servicio y entrega. Y tienen que entender cómo compran sus clientes para transformar el momento en el que se hace el pedido, no solo el punto de venta.