¿Cómo funciona un almacén?

De extrema importancia para el proceso logístico como un todo, incluso para el buen funcionamiento de la cadena de suministro (supply chain), el almacén, también llamado CD (centro de distribución), es el espacio físico destinado al almacenamiento y recepción de mercancías, así como a la separación y envío productos a los clientes, entre otras funciones.

Pero, ¿cómo funciona un almacén? En definitiva, su principal objetivo es garantizar la entrega de un ítem, generando una buena experiencia para el consumidor final. Comprenda ahora todos los detalles de este lugar.

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Conozca los 5 pilares principales de un almacén

Para que todo salga como es debido, hay diversos sectores dentro de un almacén, cada uno con una función específica.

Consulte a continuación cuáles son los cinco pilares principales de un almacén:

  1. Recepción de mercancías: ciertamente, es la base de los demás procesos. Es una operación que se realiza con frecuencia y es muy importante para la logística. De esta forma, los equipos deben ser ágiles para organizar la carga y descarga de camiones, así como para realizar trabajos manuales y comprobar los ítems y la documentación.
  2. Movimiento de la carga: tan pronto como los productos entran en el almacén, es necesario que se organicen procedimientos para el correcto movimiento de estos productos en la unidad física. El cuidado con el movimiento de las máquinas involucradas en el trabajo y la limpieza también forman parte de este capítulo.
  3. Almacenamiento: sin duda, esta parte del proceso es una de las que requiere mayor atención. De este modo, lo ideal es que las mercancías no se almacenen durante mucho tiempo y que lo hagan de forma adecuada y organizada.
  4. Separación de ítems: es la última fase en la que la empresa controla los productos. En general, sacar las mercancías almacenadas en el almacén y prepararlas para su expedición es el lema de esta etapa. Para ello, es sumamente importante seguir la documentación, así como evitar errores y repeticiones.
  5. Expedición (entrega al consumidor final): después de todo lo citado, llega el momento de llevar los productos del almacén al cliente final. Esta parte del proceso puede subcontratarse o ser realizada por empleados internos, dependiendo de la estructura y la forma de hacer las cosas de la empresa.

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¿Vale la pena invertir en un almacén?

Es innegable que existen algunas ventajas a considerar con los servicios de un almacén.

Estos son algunos de ellos:

  • Más eficiencia en la circulación de mercancías,
  • Reducción de costos;
  • Concentración de productos en un solo lugar;
  • Mayor agilidad en las operaciones logísticas;
  • Mejora de la experiencia del cliente.

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6 puntos esenciales en la gestión de un almacén

Una buena gestión en un almacén implica algunos factores estratégicos. Sin embargo, esto requiere mucha experiencia por parte de los empleados encargados de las tareas.

Vea 6 consejos importantes para que un almacén tenga eficacia en su rutina:

  1. Inventarios cíclicos: El inventario es una de las cuestiones esenciales para una buena gestión del supply chain. Lo ideal es hacerlo periódicamente, para reducir el índice de pérdidas y permitir que el gestor tome mejores decisiones, ya que, con ello, podrá actuar ante los problemas con mayor agilidad;
  2. Layout estratégico: Es interesante diseñar un layout que garantice la proximidad de los productos que ofrezcan mayor demanda a los puntos de entrada y salida, con una altura accesible. Esto reduce la distancia que hay que recorrer y la dificultad para llegar a la mercancía, optimizando la operación;
  3. Softwares de gestión: la tecnología es una de las principales aliadas en la gestión de un almacén. Utilizando softwares de gestión usted podrá automatizar procesos, reducir fallas operativas y aumentar la productividad de los equipos;
  4. Gestión de entregas: es fundamental gestionar correctamente los plazos de entrega. Por tanto, controlar qué mercancías deben entregarse en determinadas fechas evita retrasos y proporciona satisfacción al cliente;
  5. Roteo: crear una ruta clara y optimizada con todos los puntos por los que pasará el transportador reduce el tiempo de entrega, genera ahorro de combustible y garantiza que el consumidor final reciba su producto más rápidamente;
  6. Indicadores y mejora continua: Ciertamente, los indicadores ayudan a medir la calidad y el desempeño de los servicios. Por lo tanto, empiece por definir cuáles indicadores son los más importantes para su empresa y qué metodologías se utilizarán para obtener estos datos. Haga reuniones frecuentes con los directivos, analice la información obtenida, siempre con el objetivo de mejorar el proceso.

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¿Cómo puede ayudarle Descartes?

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La herramienta está disponible en 7 módulos distintos, que pueden adquirirse por separado. Conozca un poco más sobre cada uno de ellos: 

  • Live: la principal funcionalidad de GreenMile. Permite el seguimiento de rutas en tiempo real, la supervisión del rendimiento y el control de trayectos. Con Live también es posible ver y analizar datos financieros, informes, recibir y enviar alertas, disponer de un flujo de trabajo de tareas, soporte de machine learning y chat integrado.
  • Driver: en resumen, es una aplicación que va en el teléfono móvil del conductor. Con él, podrá ver los detalles de los pedidos y las visitas, evaluar las incidencias, hacer cuentas y lograr una comunicación más eficaz.
  • PRO: su principal ventaja es la capacidad de recalcular rutas según los datos de Google Maps y Waze, lo que facilita los desplazamientos del conductor.
  • Manager: aplicación que va en el teléfono móvil del supervisor o directivo. Este módulo permite un control total de la gestión de la operación directamente desde su smartphone.
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