Iniciativa Tributaria En México Presiona Operaciones De Last-Mile

La iniciativa tributaria mexicana elevó la tasa de importación de encomiendas de hasta USD 2.500 del nivel de 19% a 33,5%.

Este cambio fue implementado para proteger a la industria nacional de la competencia de los gigantes del comercio electrónico chino. Sin embargo, la medida generó desafíos para las operaciones logísticas de última milla, ya que incrementó los costos y la complejidad en el tramo final de entrega.

Alrededor del 65% de los latinoamericanos compran más en línea hoy que antes de la pandemia, un hábito que impulsó miles de entregas en la última milla.

Este crecimiento intensificó la presión sobre la logística y la necesidad de optimizar el delivery.

Los productos provenientes de países sin acuerdo de libre comercio (como China) pagan la tasa completa de 33,5%, mientras que los envíos de Estados Unidos y Canadá mantienen tarifas reducidas por el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA/T-MEC). Así, un mismo paquete puede tener una tributación diferente dependiendo de su procedencia, un factor con el que los operadores logísticos deben lidiar en la recolección de última milla.

En el primer semestre de este año, la recaudación por impuestos de importación creció un 30% en comparación con el año anterior, reforzando que la fiscalización brinda alivio a la industria local. Para el sector logístico, esto significó un aumento de costos operativos, ya que un cargo adicional recae sobre cada paquete y los clientes finales se muestran reacios a pagar precios más altos.

Además del costo directo, existe la carga administrativa, ya que las transportadoras deben diferenciar tasas por origen y valor del paquete, lo que implica ajustes en los sistemas de TI, capacitación del personal y más verificaciones aduaneras. Esta burocracia extra puede generar riesgos de retrasos en el flujo de entrega de última milla. De esta forma, la nueva tributación se convierte en un factor adicional de presión sobre la eficiencia y los costos de la entrega final, demandando respuestas estratégicas del mercado.

Ante el aumento de costos y la complejidad, las empresas necesitan encontrar maneras de optimizar el delivery y mantener eficiente el last-mile. Algunas estrategias son:

1. Consolidación y planificación de cargas: puede ser más ventajoso agrupar envíos que procesar múltiples paquetes separados. Esto requiere una planificación de rutas más robusta, ya que el desafío es equilibrar la consolidación con la agilidad. Los algoritmos de optimización de rutas en tiempo real son aliados valiosos, recalculando recorridos y priorizando urgencias.
2. Alianzas locales y stock doméstico: los pedidos que parten de almacenes locales llegan más rápido a los clientes, sin retrasos aduaneros, y el ciclo de entrega de última milla se acorta. Regionalizar el fulfillment se ha convertido en una forma de optimizar el delivery con menos burocracia y menor recorrido hasta el consumidor final.
3. Revisión de procesos y tecnología: capacitaciones en cumplimiento aduanero para el equipo logístico pueden evitar errores de clasificación fiscal. Además, aprovechar la tecnología para automatizar procesos y minimizar errores humanos ayuda a mantener la satisfacción del cliente.

El denominador común es claro: las ganancias de productividad e inteligencia logística son esenciales para que el last-mile siga siendo viable y competitivo.

Para enfrentar los desafíos fiscales sin perder desempeño, invertir en tecnología es un excelente camino. Con Descartes GreenMile™, por ejemplo, es posible ampliar la visibilidad de las entregas en tiempo real, mejorar el rendimiento de la flota y reducir los costos operativos en la última milla.

Con módulos avanzados de optimización, monitoreo y prueba de entrega electrónica, es posible recalcular rutas y cumplir plazos, manteniendo altos niveles de servicio al cliente y bajo consumo de combustible. Otra ventaja es el análisis de datos: tiempo de entrega, ociosidad de vehículos, intentos fallidos y otros Indicadores Clave de Desempeño (KPIs) críticos permiten realizar ajustes en la planificación, eliminando ineficiencias.

La adopción de tecnologías también simplifica el cumplimiento normativo. Con integraciones a sistemas de gestión y módulos de documentación, es más fácil garantizar que cada entrega de última milla ya salga con los impuestos calculados, cumpliendo las reglas sin fricciones y evitando multas.

La capacidad de hacer más con menos en cada etapa puede ayudar a que las empresas de logística no pierdan margen, incluso con impuestos más altos. En una realidad en la que los gobiernos buscan cerrar brechas tributarias, contar con tecnología avanzada se ha vuelto fundamental. ¡Vea más detalles en nuestro sitio!